La vida me pone la prueba más difícil de mi vida delante. Ser paciente. El Universo sabe cómo soy, y como he sido. Sabe qué quiero, y lo que me falta para conseguirlo. Y, a veces, se me hace todo muy cuesta arriba...
Tengo miedo. Y el miedo me hace dudar, dar palos de ciego. Desconcentrarme. Pensar que todo saldrá mal. Y mira que en el resto de opciones de mi vida, no lo tengo tan difícil. Sí, he sido un miedoso, pero aprendí a controlarlo, a confiar en la naturaleza, y en que pasaría lo que tendría que pasar.
Ahora, debo de pensar de la misma manera. A pesar del agobio y la ansiedad que siento a veces. De las ganas de abandonar. De irme como hice otras veces. Cerrar mi corazón y dejar de sentir, pues a veces tengo la impresión de que me va a terminar matando.
Sólo quiero ser sincero conmigo, como me prometí el día que empezó este año. Que sea lo que tenga que ser...