domingo, 10 de mayo de 2009

No la había vuelto a ver...

...desde hacía 15 años. Su recuerdo me venía ahora a la mente, con aquella falda a cuadros rojos y verdes del uniforme del colegio, y el polo blanco ajustado a sus juveniles curvas, recién salidas, mientras su piel, dorada por el sol, asomaba de vez en cuando entre la falda y el polo. Ella era una niña espabilada. Sí, ahora lo veía con nitidez. Recordaba como sus facciones eran perfectas, al igual que su pequeño cuerpo. Le habían crecido las tetas antes que a ninguna otra, y todos y cada uno de mis compañeros suspirábamos simplemente imaginándolas, allí debajo, suaves y tersas. Increibles.
Recuerdo que fumaba. Siempre me gustaron la chicas que fuman, pues les da un aire de superioridad que a mi, personalmente, me retaba a despojárselo, con mis pocas armas entonces, con las muchas experiencias ahora.Nunca pretendía enamorarme de aquellas chicas, pero a veces, no me daba otra opción mi corazón. Siempre fui un enamoradizo, que encontraba cada cinco minutos a la mujer de su vida. Ahora, sigo enamorándome, aunque por fin soy consciente de que la mujer de mi vida no dependerá de lo que yo sienta cada vez que conozco a alguien.

Aquella chica sujetaba el cigarro de una manera peculiar. Quizás eran sus manos, que se me antojaban delicadas, y ella lo sabía y por eso sujetaba las cosas con cuidado. Nunca llegué a ser su amigo. Me daba vergüenza. Me aterraba pensar que ella me ignoraría, por considerarme inferior, por ser todavía un crío. Esa sensación me duró mucho tiempo, hasta que tuve la valentía de saltar por la ventana, y con ello, matar todos los fantasmas de pasado. Como tantos otros, me conformaba con verla pasar, con contemplar su belleza, su pelo castaño liso, a la altura de los hombros; sus ojos verdes, intensos como los campos en primavera. Sus pechos, su cintura, su trasero. Sus piernas, perfectamente definidas, haciendo juego con unos talones finos, delicados, perfectos. Era la niña más guapa que había en el colegio...
Luego todos crecimos, y seguimos nuestras vidas. Alguna que otra vez recordaba como aquella niña había conseguido cultivar en mi el placer y el deseo. No volví a saber nada de ella, ni siquiera se dejó ver por las reuniones de antiguos alumnos que de vez en cuando se organizaban. Recuerdo que una noche, en Madrid, mientras conducía por la gran vía, me pareció ver una mujer que me recordaba exageradamente a ella. Aquella noche, que yo ya era otra persona, que no me asustaban las niñas, que era dueño y señor de mi confianza, y tal vez de la suya, di la vuelta en cuanto pude para atraparla, para cruzar el coche delante de ella y decirle lo que tantas veces había querido. Haberla metido en el coche, y haber vivido una noche de ensueño. ¿Acaso las noches no son para soñar? Pero cuando logré llegar al punto donde me había cruzado con ella, no fui capaz de encontrarla. Estuve por la zona durante media hora sin atisbar ninguna señal que me condujera a su escondite. Y me fui a casa...
Hace unos meses, con esto del facebook, busqué su nombre y apellido. Me aparecieron varias, pero ninguna de las que pude ver coincidía con mis recuerdos. Hoy, 15 años después, más o menos, la he vuelto a ver. Ha sido en la pantalla de mi portátil, mientras me estaba dedicando un arrechucho. Se me ha bajado de golpe la erección. No me podía creer que aquella chica estuviese en mi casa, en mi habitación, en mi pantalla, delante de mí, casi sin ropa. Algo cambiada sobre lo que yo recordaba, pero sin duda era ella. Pude observar perfectamente sus pechos, tan perfectos como siempre imaginé. Su culo, una obra de arte, y el resto de su cuerpo, sin palabras para definirlo. Sus padres hicieron un gran trabajo. Afortunadamente para mí, la escena era lésbica, y no sentí celos de ningún tipo al ver como se deshacían ella y otra chica rubia en todo tipo de juegos eróticos y placenteros...
Sí, aquella chica tan increible de mi infancia, con la que tantos habíamos soñado, se había convertido en actriz porno hacía 10 años más o menos. Y era buena, muy buena. Por fin pude cumplir uno de mis sueños, contemplar desnuda a la diosa de nuestra infancia.

Larga vida...

3 comentarios:

Alía Mateu dijo...

Increíble.

Abigail LT dijo...

wowwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww

....sariTa!!!* dijo...

madre mia...las vueltas que da la vida!!jaja