viernes, 1 de mayo de 2009

Miedo...


Si algo tenemos todos los seres humanos del planeta es miedo. Algunos más, otros menos, pero el miedo es algo inherente en cada uno de nosotros. Es un mecanismo de autoprotección, para evitar diversos peligros que nos pueden acechar a lo largo de nuestra vida. Por ejemplo, cuando vamos caminando y nos encontramos un precipicio, ese miedo nos hace permanecer allí arriba, sin dar un paso más, para no caer hacia abajo, porque desconocemos lo que nos podría pasar si diéramos un paso más, o quizás no. Quizás las experiencias adquiridas por otros semejantes nos ayudan a saber que debemos permanecer quietos allí arriba.

La sociedad actual en la que vivimos, mientras sigue evolucionando a ritmos increibles, nos hace tener miedo. Miedo a demasiadas cosas. Miedo a nosotros mismos, hacia nuestros semejantes, porque nos pueden entrar a robar en casa, porque nos pueden asaltar por la calle. Porque el ser humano es malo por definición...Eso es lo que queremos creer? Todos los seres humanos son malos?

No debemos de evaluar a una sociedad al completo por unos cuantos. Cuando yo escalo, sé que si me caigo, me puedo hacer daño. Eso me hace extremar las precauciones, y tener en cuenta todos y cada uno de mis gestos. Cuando salgo a la calle, actúo de la misma manera. Soy consciente de que puede haber peligro, pero no por ello dejo de relacionarme con la gente, ni de hablar con un desconocido. Desde mi humilde posición, creo que ése es el camino correcto...

El amor. El mayor de nuestros miedos. Toda la vida desde que tengo uso de razón han estado bombardeándome con el amor. Películas con finales felices, historias maravillosas...El amor para toda la vida. Sí, quiero creer en él. Pero los seres humanos, en la inmensa mayoría, tenemos miedo al amor. Un miedo incontrolado, porque nadie nos ha explicado nunca cómo es el amor. En una sociedad donde legislamos hasta cómo debemos de comportarnos con personas de distina clase social (increible, per existen clases sociales, y no hacemos nada para evitarlo), nadie nos ha enseñado cómo actuar respecto al amor. Nadie nos educa para ser padres y, con todos mis respetos, todos y cada uno de nosotros deberíamos de ser conscientes de lo que es ser padres.

Recuerdo que mis padres tenían revistas especializadas de cómo ser padres (ser padres hoy, se llamaban). Nunca las leí, pero la intención de esas revistas seguro que no era mala, y daba algunas pistas sobre cómo educar a nuestros hijos. Pues con el amor pasa lo mismo. Hace poco, leí en internet una web donde se decía cómo conseguir enamorar a alguien. Tócate los cojones, Mariloli, que diría Carlos el de "contigo no, bicho". Lo mejor de todo, es que decía que tenías que ser amable, dejarte la vida por la otra persona, ser atento...

No entraré en juicios personales sobre ello, pero experiencias no me faltan. Que cada cual elija como enamorar a otra persona. Pero desde mi punto de vista, esas cosas no se eligen, sino que simplemente pasan. El miedo, ese con el que abría este post, es el encargado de crear unas necesidades u otras, y de conseguir que nos enamoremos, o de que simplemente nos quedemos con la primera persona que pasa por allí, porque tenemos miedo a seguir solos, a no encontrar a nadie tan perfecto como realmente deseamos. Opciones válidas las dos, pero yo me decanto por intentar creer en los sueños, y seguir lo que mi instinto, como animal, me ofrece. Seguir escalando, con seguridad, por allí por donde pueda, Y confiar en el ser humano...

El amor, es nuestro mayor miedo. Pero debemos saber enfrentarnos a él con respeto, no con temor...

2 comentarios:

Abigail LT dijo...

Tienes razón el amor nos aterra...
y más cuando te has llevado más de una desepción...
yo no quiero hacerle caso al amor...
aunque al final siempre caigo en sus redes...

Un beso.

LaNiñaMariposa.

Alía Mateu dijo...

Miedo.Miedo.Miedo.
Está en todas partes y nos encuentra
siempre, a todos.

Pero el miedo está ahí por algo, entonces..aceptemoslo! Si no puedes con el enemigo unete a él.

Ay..Juanjis Juanjis. :P