martes, 29 de septiembre de 2009

Me encanta el olor a pólvora...

Sobre todo si es recién caida. Es como si lloviesen sueños de colores, y estallasen aquellas pesadillas que nos atormentan. Puedes aprovechar para gritar, para encender tus ilusiones de nuevo, para empezar de nuevo. Es grandioso!

Pólvora recién caida...



Y hoy, que me siento generoso, comparto una canción de hace muuuchos años, que algunos recordarán versionada por John Wesley para las pistas de baile...Todos tenemos un pasado! jejejeje...que la disfrutéis!


2 comentarios:

Alía Mateu dijo...

A mi los fuegos artificiales me daban miedo cuando era una enana, ahora no me disgustan, pero prefiero, como tú dices, el olor a pólvora recién caída.

Werner Field dijo...

Son instantes maravillosos, estrepitozo espectaculo que nos colma, realizados siempre en fechas, ocaciones, dias, momentos especiales... no solo el mero estallido su olor ni su colorido irresistible, sino el medio en que todo se lleva a cabo, nos genera una sensación necesaria... felicidad¿?... alegria temporal? no sabria como catalogarlo.