jueves, 22 de octubre de 2009

Brain Storming

Dos seguidos! Y es que no puedo parar, Creo que voy a por el tercero, y a por el cuarto. Me agarras las entrañas y me muerdes el corazón, te rasgo la piel de tus miedos, y encima me llevo una bofetada. No veas guiños donde no los hay, tan sólo son palabras mal ordenadas y escritas a bocajarro, como las balas que disparan las metralletas, como mis manos en tu cuerpo, y en el tuyo y en el tuyo. Y EN EL SUYO. Dios, DIos, DIOs, DIOS, DIOS! Y en el fondo, ningún dios. Ni dios ni amo. Estrellas. Estrellas fugaces, y nunca más acertado. Estrella lejana, la más grande. Así eres tú. Pero nadie te conoce, porque estás a 1000 años luz, y eso creo que es mucho.

La pelirroja me activa las neuronas, me cabrea, me hace sentir lo que debo sentir. Escribir lo que me da la gana. Sin pensar en las consecuencias. Porque la vida, de momento es esto. Dicen los budistas que la muerte es parte de la vida. Así que deja de tenerle miedo, Jan. Jan y quien sea. Ser Estar, Parecer. Sonreir.

El amor esté escrito y el destino es algo eterno. O es al revés. Te gustaría tener un flasforward, y de esa manera saber que podrás hacer locuras, porque no morirás por lo menos hasta ese día que has soñado, y sabrás un poco más de tu vida. O quizás no veas nada. Y no sabrás qué pensar...Hoy me hice un turbante con un fular rosa, y estaba de lo más guapo. Pero tan sólo una niña se dio cuenta, y captó el momento. Un momento que duró 3 segundos. Quizás algo más. Pero que ya no volverá. Y me quedo en ese recuerdo, en esos tres segundos. Y una seta, un níscalo que nadie vio. Junto al río, que hoy había crecido bastante. Río. De sonreir.

Cantaré dos seguidas, o tres, o cuatro. Lo haremos una, dos, tres, cuatro veces seguidas. Me chuparás algo más que la sangre, que el sudor. Y no me refiero con tus labios. Saltaremos en la cama, como canguros, destrozando todo, dándonos con el techo, lucha de almohadas, de pijamas, de edredones. Chocamos contra las paredes, hacemos agujeros, pintadas, nos dejamos las yemas de los dedos y la voz.

Y al final, saltaremos para caer tumbados, en la cama, rebotando hasta que a inercia pare. Pero la inercia no parará. Hace mucho que empezamos el movimiento...

Te quiero y te odio, te quiero y te odio, te quiero y te odio. Basta. Ya. Para. Creo que voy a empezar a romperme.



3 comentarios:

Alía Mateu dijo...

Que cierres la boca en las PUTAS fotos!! jajaj.

Creo que voy a hacer un brainstorming yo tambien..

Marina Feduchy dijo...

Nunca se me ha presentado la ocasión de que un extraño me mantenga la mirada. Me gusta observar, desde cualquier esquina, escondida entre sus obras. O en la plaza más concurrida de Madrid.
La mayoría de la gente está demasiado preocupada por ellos mismos que no presta atención al mundo que le rodea. Me gusta interpretar lo que nadie sabe. Llegar más allá de los que esconden. De dónde vienen, a dónde irán. Sus caras de preocupación. Las camisas sin planchar y los zapatos de verano en pleno invierno. Inventarme sus vidas, ya que yo me niego a escribir una propia.

Y si te cruzas? Según qué esconde tu mirada.

Anónimo dijo...

Me has dejado sin palabras.